viernes, 29 de enero de 2010

Teatrocracia en la Universidad de Antioquia

Las universidades públicas del país, hoy más que nunca, sufren de un estancamiento que se
refleja en la sociedad. Las autoridades administrativas replican en la universidad lo que hace el
poder central en el país. Las universidades son simples fortines políticos, de los poderes regionales y locales, pero especialmente del poder nacional. El uso de la autonomía universitaria, de los mecanismos de participación, de los postulados y pilares de democracia participativa que le imprimieron un nuevo aire a esta sociedad, hoy en día se torna en ficción; y, por ende, la
realización de un Estado social y democrático de derecho, participativo y pluralista, se vuelve cada vez más ambiguo y difuso, especialmente en las universidades públicas.

A este respecto Adela Cortina, la renombrada catedrática de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Valencia, en reportaje para el periódico El País de Madrid (18/04/2008), a propósito de su posesión en la Academia de Ciencias Morales y Políticas -primera mujer que lo hace en el siglo y medio de su historia- puso sobre el tapete este tema. “En las universidades siguen existiendo las mafias y los grupos de poder, eso lo sabe todo el mundo”, dijo. Se entiende que utiliza la palabra ‘mafia’, tan dura y que genera tanta reacción, en la acepción de organización clandestina de poder. Explica ella su afirmación señalando que: “cuando la gente va a oposiciones (procesos de selección) y cosas por el estilo, hay gente que lleva ya los votos porque está en un grupo determinado de poder. Eso es la mafia, claro”. Y no se denuncia porque “sigue existiendo el convencionalismo moral, la gente busca su propio interés”

Lo que vivimos en la Universidad de Antioquia es un buen reflejo de las afirmaciones claras y contundentes de la profesora Cortina. Muchas veces aquí se ha impuesto la política del avestruz para esconder la cabeza y negar lo que está pasando, pero no podemos ser tan ingenuos, condescendientes y laxos para tomar la posición de todo vale.

Se pueden señalar, como elementos de análisis y debate, unas pocas realidades. ¿Qué tan autónoma es la autonomía en la Universidad de Antioquia? Quedan muchas dudas, cuando tantas veces el poder político, desde lo más alto del Consejo Superior, determina las acciones de la Universidad de Antioquia sin considerar las valoraciones colectivas, la participación, la discusión y propuestas de profesores y estudiantes. Lo académico, siempre esencial, se relega en beneficio de otras propuestas, digamos que más adornadas, vistosas y sonoras al oído de quienes ejercen el poder que les prestamos los ciudadanos universitarios. En estrecha relación con esto, está la última elección de decano de la Facultad de Educación, en donde la consulta efectuada entre profesores no fue tenida en cuenta; peor aún, fueron burladas por el remedo de democracia del Consejo Superior Universitario, un escenario propio para la denominada, por Platón y luego Nietzsche, de “teatrocracia”.
La democracia fue convocada en la Facultad de Educación desde noviembre del año 2009 por el Claustro de Profesores. Para acordar las normas de la convocatoria de los candidatos a la decanatura se programó en diciembre un conversatorio de los candidatos con los profesores vinculados, ocasionales y cátedra. En enero de 2010 se convocó de nuevo la democracia, invitando a un foro con los candidatos, donde participaron profesores, estudiantes y empleados. Finalmente el 22 de enero se convocó a una consulta al profesorado, con el voto universal y secreto. Con 56 votos ganó el candidato Jhon Jairo Zapata Vasco contra 26 votos del candidato Carlos Sandoval Casilimas.

Se esperaba que el 26 de enero el Consejo Superior respetara la democracia y con tristeza vimos que no. Primaron la teatrocracia democrática y las componendas politiqueras y entonces se votó de la siguiente manera: por Sandoval Casilimas tres votos, por Zapata Vasco dos votos y en blanco dos votos (el del Secretario de Educación y el del Viceministro de Educación). Tristemente esa exigua mayoría se logró con el voto del representante del Consejo Académico al Superior. Siendo así, preguntamos: ¿el Consejo Académico, entonces, respalda el desconocimiento que hizo su representante de la gran mayoría profesoral? En bien del principio de transparencia, fundamental en la gobernabilidad democrática, pedimos un claro pronunciamiento de la máxima autoridad académica y ejemplo en la comunidad universitaria, respecto a esta actitud de su designado vocero que niega la democracia.

Denunciamos ante la Comunidad Académica Universitaria los atropellos que a diario se hacen a la democracia en la Universidad de Antioquia. Nos preocupa la gobernabilidad en la Facultad de Educación con un nuevo decano sin apoyo gubernamental en el Consejo Superior Universitario y sin apoyo profesoral en la Facultad.


GABRIEL AGUDELO VIANA
Representante Profesoral al Superior


VÍCTOR VILLA MEJÍA
Presidente


JORGE ARISTIZÁBAL OSSA
Presidente Secretario

2 comentarios:

Laura Giraldo dijo...

Me parece excelente este artículo, porque por medio de él, podemos enterarnos, de lo que ocurrió respecto de la elección del nuevo decano, gracias por brindar este tipo de espacios que se abren para la discución y las críticas, en el buen sentido de la palabra.

Anónimo dijo...

Y los nombramientos a dedo de profesores que no tienen ni siquiera una especialización y están acabando con la licenciatura en lengua castellana, porque son amigos del de turno, inventando cosas que no son ni de escuela y robando el dinero a los estudiantes de la UdeA. Esto parece cada vez más un garage. El colmo de la improvisación.